Lambos, Yeezys y golf: Novato de gira Kiradech Aphibarnrat vive un estilo de vida grande.

Por ALAN SHIPNUCK Lunes, 25 de junio de 2018

"Presión", dice Kiradech Aphibarnrat, martillando el acelerador de su naranja Lamborghini Aventador, "es cuando usted reserva un automóvil de $ 150,000 dólares pero solo tiene $ 15,000 dólares en el banco". Estamos rugiendo alrededor de los bulevares de Bangkok, donde las reglas de la carretera son tratadas como meras sugerencias. Montar con Aphibarnrat es como vivir en un videojuego algo aterrador, mientras entra y sale del tráfico y, siempre que se presenta una carretera abierta, corre a 110 millas por hora, suficiente fuerza para inmovilizar a su pasajero indefenso en el asiento.

El Lambo cuesta mucho más que un dólar cincuenta; por el aullido del motor de 12 cilindros, Aphibarnrat, de 28 años, reflexionaba sobre el primer automóvil llamativo que compró, un Mercedes coupé, cuando tenía 19 años y recién comenzaba una carrera profesional. Tailandia es una sociedad matriarcal, y Aphibarnrat es un poco hijo de mamá, por lo que su madre, Supunnikar, siempre ha estado muy involucrada en sus finanzas. Ella no estaba contenta con la compra extravagante del adolescente y le dio 90 días para ganar $ 150,000 dólares en el campo de golf, de lo contrario el Benz sería vendido.

"Me hizo jugar mejor", dice Aphibarnrat, tomando un vape mientras ajusta el volumen del hip-hop americano que sale de los altavoces. "Necesito metas, necesito algo para perseguir". Con una sonrisa, agrega, "Gané el dinero, conservé el automóvil".

Es una parábola para la edad moderna.

El Lamborghini ni siquiera es el paseo favorito de Aphibarnrat; él es parcial con su Nissan GT-R porque realmente puede caber una bolsa de golf en el maletero, y es más fácil de manejar, aunque los ajustes del mercado secundario han aumentado su potencia a casi 900. Lo que claramente no es suficiente, porque actualmente está construyendo desde el fundamento de un sintonizador de calle legal que tendrá 1.600 caballos de fuerza, más dos tanques de óxido nitroso, que agregará otros 300 o más ponis.

Los apetitos de Aphibarnrat son como sus golpes de salida: prodigiosos. Tiene más relojes de lujo de los que puede contar, incluido un Richard Mille con incrustaciones de joyas valorado en $ 1.5 millones de dólares. (Fue un regalo de la familia real de Brunei después de que Aphibarnrat voló directamente desde el WGC de este año en la Ciudad de México y ganó un evento podunk Asian Development Tour organizado por uno de los príncipes.) Pero aparentemente todos los golfistas profesionales tienen un puñado de relojes de lujo ; más reveladora es la obsesión de Aphibarnrat con Yeezys, las zapatillas de deporte de edición limitada diseñadas por el dios del rap Kanye West. En la cultura del hip-hop, en los vestuarios de la NBA e incluso en los lugares más elegantes del 1er Arrondissement, los Yeezys son el máximo símbolo de estatus. ¿Cuán codiciados son estos puntapiés? En los Juegos Olímpicos de Río, los ladrones irrumpieron en el casillero de Aphibarnrat. Dejaron atrás su billetera, computadora portátil y $ 25, 000 dólares TrackMan. Tomaron el Yeezys.

Aphibarnrat ha pagado cinco cifras por algunas de sus parejas favoritas, que todavía tienen sus etiquetas puestas porque teme usarlas. En el dormitorio principal de su gran casa en las afueras de Bangkok, con una decoración que solo se puede describir como kitsch tailandés, docenas de pares de Yeezys se alinean en el suelo. Aphibarnrat recientemente tomó posesión de un elegante condominio en el centro, y al escucharlo contar que el condominio servirá como una unidad de almacenamiento glorificado: "Necesito un lugar para esconder mis zapatos para que mi esposa no los conozca", dice riendo. . (Es dudoso que su novia, Tunyatorn, sea engañada, tiene una maestría de la Universidad de Brighton y actualmente imparte un curso de MBA en la Universidad de Bangkok.

"Es descarado, así que se sale con la suya", dice su entrenador de swing, Mike Walker. "Con algunas personas, el flash está basado en el ego y quieren presumir para hacer que otras personas se sientan menos. Con Kiradech, puedes ver cuánto disfruta de sus juguetes, así que tienes que sonreír al respecto".

Incluso el cuerpo de Aphibarnrat se alimenta del culto a la personalidad: mientras que sus colegas de gimnasia son aguafiestas que viven como monjes, se ha ganado el encanto de no poder disimular su amor por la comida. Entre las cuerdas está constantemente vapeando, y Twitter explota cada vez que las cámaras captan sus ondeantes nubes de humo. A sus muchos fanboys electrónicos se lo conoce simplemente como Barn Rat. Con su grosor, hábito de nicotina y golpes de salida en auge, ha sido vinculado en algunos sectores como "el John Daly de Asia". Afortunadamente, Barn Rat no tiene ninguno de los demonios de Long John. Daly ganó solo cinco veces en un cuarto de siglo en el PGA Tour. Sí, dos de ellos eran mayores, pero él siempre será una historia aleccionadora de talento despilfarrado.

Claramente, Barn Rat se divierte, pero honra su regalo con mucho trabajo y dedicación en su oficio. Ya ganó una vez en el Asian Tour y cuatro en el European Tour. En abril llegó al puesto 29 en el Ranking Mundial; entre los golfistas tailandeses solo el mentor de Aphibarnrat, Thongchai Jaidee, ha subido aún más, alcanzando el puesto 27 en 2015. En el camino, Barn Rat se ha convertido en uno de los jugadores más raros, uno amado universalmente por fanáticos, reporteros y colegas.

"Qué personaje tan divertido es", dice Adam Scott. "Es la persona más agradable con la que te vas a encontrar, y tiene uno de mis cambios favoritos en el Tour. Es fantástico que el mundo del golf más grande esté comenzando a reconocerlo".

De vuelta en Lambo, se le pide a Barn Rat que explique su popularidad explosiva. "Realmente no lo sé", dice con una risita juvenil. "Solo trato de ser yo".

Muy claro, eso es suficiente.

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Aphibarnrat tuvo una infancia privilegiada. Su padre, Panupong, era dueño de una fábrica de hielo, que es una licencia para imprimir dinero en Tailandia tropical. Su hijo reconoció desde el principio los síntomas de affluenza que afligían a los otros niños de la clase dominante: "La vida era demasiado fácil, así que no tenían ese impulso para triunfar. No quería que fuera yo".

Aphibarnrat se lanzó al golf bajo la atenta mirada de su padre, un jugador mediocre pero entusiasta, y desarrolló una acción que está entre los juegos 'es lo más distintivo: cuando deja caer el palo sobre la pelota, sus manos están tan cerca de su cuerpo que parece que está columpiándose en una cabina telefónica. Produce mucho retraso y, por lo tanto, compresión del balón, y todo se remonta a las primeras lecciones de su infancia. "Mi maestra siempre me decía que mantuviera la mano derecha al lado del cuerpo y que tirara de la empuñadura hacia abajo sobre la bola", dice. "Hasta hoy todavía trato de hacer eso". Ese entrenador de swing, Chuchapasit Chokthanasart, impregnó al joven jugador de conocimientos técnicos, pero fue su padre quien lo impulsó a sobresalir. Cuando Aphibarnrat tenía alrededor de 10 años y ya comenzaba a surgir como una fuerza en los torneos juveniles, Panupong se separó de los deberes diarios en su compañía para vigilar a su hijo. "Cada pelota que golpeé, mi papá estaba justo al lado mío" Aphibarnrat dice. Cuando trabajaba en su astillado y poniéndose bajo el abrasador sol, Panupong sostenía un paraguas para proporcionar sombra.

Financiado por todo ese hielo, Aphibarnrat compitió en torneos amateurs en Asia, ganando regularmente. Se demostró a sí mismo en una de las etapas más grandes del golf amateur, los Junior Worlds, en San Diego, ganando la división de 13/14 años en 2003 y '04. Fue profundamente significativo seguir los pasos de su héroe, Tiger Woods, el golfista anteriormente conocido como Eldrick Tont. En los Estados Unidos, a menudo se identifica a Woods como afroamericano, pero se le considera hermano de sangre en Tailandia. "Su madre está completamente tailandesa", dice Aphibarnrat. "Eso lo hace uno de nosotros".

Cuando tenía 15 años, la vida idílica de Aphibarnrat se desgarró cuando la empresa familiar quebró. En la narración del hijo, él tiene la culpa. "Mi papá dejó la empresa para ayudarme con el golf", dice. "Siento que todo se rompió por mi culpa. Tuvimos que vender todo. Fue un momento difícil". Panupong es un hombre taciturno. No expresa arrepentimiento por sus prioridades pasadas: "El chico viene antes que el negocio. Siempre".

En medio de esta crisis, Aphibarnrat siguió una tradición cultural y pasó una semana en un templo budista. Se afeitó la cabeza y las cejas, ayunó y, todos los días, oró y meditó bajo la guía de los monjes. En Tailandia, los individuos y las familias cambian sus nombres rutinariamente con la esperanza de alterar su suerte, por lo que al final de la semana se realizó una ceremonia. El adolescente que llegó como Anujit Hirunratanakorn fue rebautizado como Kiradech Aphibarnrat. Ambos nombres, dice, se traducen como "brillante". Finalmente, un ángel guardián apareció bajo la apariencia de un dragón dorado: el logo de Singha, la cerveza nacional de Tailandia. Aphibarnrat consiguió un acuerdo de patrocinio y formalmente se convirtió en profesional en 2008, a los 18 años. Estaba decidido a triunfar, no para sí mismo sino para sus padres. "Dejaron todo por mí, así que ahora tengo que encargarme de ellos ", dice." Tengo que tener éxito ". Ahora todo está en mí ".

El Kiatthada Driving Range es una estructura de dos pisos con aire abierto, ubicada en un tranquilo vecindario suburbano. El ambiente era bastante adormecido en un miércoles caluroso y húmedo a mediados de abril: un puñado de hackers hacían cambios perezosos, un par de niños se estaban divirtiendo, y una familia de pollos picoteaba la hierba en el borde del campo de tiro. Y luego Barn Rat rugió en el GT-R. De repente, las ancianas en el restaurante se apresuraron a preparar su plato favorito (calamares y fideos en una salsa de curry amarillo que era para morirse). El tipo de ojos soñolientos en el bar de bocadillos apareció en la copa preferida de Aphibarnrat: gelatina de hierba, el extracto de una planta de la familia de la menta que tiene un sabor amargo y es tan oscura como el corazón de un editor. Los dos niños, quienes, después de una inspección más cercana, llevaban camisetas de TEAM KIRADECH, comenzaron a salpicar la gama con suaves y apresurados cambios. mirando furtivamente a Aphibarnrat entre disparos. Aquí él no es solo un héroe local, él es el propietario. Este es el rango donde tomó clases a partir de los 8 años, y compró el lugar hace cuatro años después de la muerte de Chokthanasart, su instructor de toda la vida. Él ha decretado que la decoración nunca se puede cambiar: cada póster, foto, mural y mueble debe dejarse exactamente como lo quiso Chokthanasart. "Pienso en él cada vez que vengo aquí", dice Aphibarnrat. "Estar aquí me hace sentir cerca de él. Me hace recordar todas las cosas que me enseñó". Él ha decretado que la decoración nunca se puede cambiar: cada póster, foto, mural y mueble debe dejarse exactamente como lo quiso Chokthanasart. "Pienso en él cada vez que vengo aquí", dice Aphibarnrat. "Estar aquí me hace sentir cerca de él. Me hace recordar todas las cosas que me enseñó". Él ha decretado que la decoración nunca se puede cambiar: cada póster, foto, mural y mueble debe dejarse exactamente como lo quiso Chokthanasart. "Pienso en él cada vez que vengo aquí", dice Aphibarnrat. "Estar aquí me hace sentir cerca de él. Me hace recordar todas las cosas que me enseñó".

Con una risita, Aphibarnrat también permite que él compre el rango para darle a su padre algo que hacer durante la jubilación. Casi todos los días, Panupong se estaciona en una silla de plástico blanca y ofrece comentarios ininterrumpidos a los niños que forman parte del programa juvenil que financia su hijo. Mientras cuidaba un café helado y un cigarrillo siempre presente, metódicamente abriéndose camino a través de una enorme bolsa de chicharrones, Panupong observó a un niño y su hermana golpear bolas. Le preguntaron cuánto tiempo el niño estuvo jugando al golf.

"Un año y medio."

Él es bastante bueno.

"No, no lo es", dijo Panupong. "Nadie aquí es lo suficientemente bueno". Aphibarnrat sonrió ante la brusca evaluación de su padre. "Es duro porque le importa", dijo.

Arriba, Aphibarnrat tiene un estudio donde siempre practica, engañado con un Trackman y sus propias bolas de Callaway, en las que ha dibujado la bandera tailandesa. Bajo la tutela de Chokthanasart, fue aquí donde construyó el swing que lo llevó al primer puesto en la Orden del Mérito del Tour de Asia en 2013, el gran avance de Barn Rat. El año siguiente se largó para el Euro Tour; había sido intimidado por jugar en el extranjero hasta que cayó bajo el yugo de su compatriota, Thonghai Jaidee, el ex paracaidista que no se volvió profesional hasta los 30 años, pero que ganaría torneos en Gales, Suecia, Alemania y Francia. Jaidee ayudó a aliviar el choque cultural de Aphibarnrat.

"Thongchai jugó en todo el mundo y sabía todo", dice. "Aterrizaba un lunes y preguntaba dónde estábamos comiendo esta noche. Siempre decía: 'Comida tailandesa'. Estoy como, 'Oye, acabamos de llegar de Tailandia, ¿no es mejor tener la comida local?' Él solo dice: "La comida tailandesa es la mejor". ¡Estoy de acuerdo! Entonces, siempre comemos comida tailandesa y sabe dónde ir en cada ciudad ".

En 2015, la primera temporada después de la muerte de Chokthanasart, Aphibarnrat ganó dos veces en el Circuito Europeo. Pero en '16 hizo algunos cambios de swing por su propia cuenta - "Traté de recuperar el palo como Adam Scott" - y perdió el rumbo. A fines de año comenzó a trabajar con Mike Walker y su mentor Pete Cowen, quien ha ministrado a la mayoría de los mejores jugadores para que salgan de Europa en el último cuarto de siglo. "Tiene muchas idiosincrasias, pero son geniales", dice Walker. "Todo lo que hemos hecho es simplificar las cosas y hacer que vuelva a ser él mismo. Es un tirador, solo un jugador de bolas con un talento fenomenal".

En enero de 2018, Aphibarnrat ganó un evento del Circuito Europeo en Australia, su primera victoria en un circuito importante en dos años y medio. Ha estado en una racha desde entonces, terminando empatado en el quinto lugar en el WGC-Ciudad de México y llegando a los cuartos de final del WGC-Match Play, con Jon Rahm entre sus víctimas. En el Masters se emparejó con Xander Schauffele, quien dijo después: "Qué talento. Puede aplastar la pelota". Pero Schauffele también quedó impresionado por las manos suaves del hombre grande: "Algunos de los altibajos que realizó fueron especiales".

¿Qué tan bueno puede ser Barn Rat? " Diré esto: Pete no es un hombre fácil de impresionar, e incluso si está impresionado, rara vez lo muestra", dice Walker. "Ha trabajado con lo mejor de lo mejor, y puedo decir que valora mucho a Kiradech. Llegar al top 10 [en el Ranking Mundial] y quedarse allí parece ser un objetivo muy alcanzable".

Para darse cuenta de su increíble potencial, Aphibarnrat ha comenzado a trabajar con un entrenador mental y, sí, un entrenador. En los últimos seis meses ha perdido casi 20 libras, pero promete no dejarse llevar demasiado: "No estoy tratando de parecerme a los demás. Todavía me divertiré y saldré con amigos y comeré". mi mamá está cocinando ".

El trabajo de Supunnikar en la cocina no es una broma: solía tener su propio restaurante. El otro día, el agente de Barn Rat Win Inthara estaba en la casa de su hombre metiéndose un plato de sobras y, entre bocados, dijo: "Cada vez que vengo, aumento de peso". A él no pareció importarle. Los padres de Barn Rat viven en su casa, al igual que su hermana, Sirinporn, de 18 años. Es una saltadora de caballos competitiva, un pasatiempo costoso que su hermano mayor apoya felizmente. "La familia es todo para mí", dice Aphibarnrat. "Claro, podría poner a mis padres y mi hermana en sus propias casas, pero los quiero aquí, cerca de mí. Quiero verlos todos los días".

La buena jugada de Aphibarnrat a comienzos de 2018 le valió una membresía temporal especial para el PGA Tour, lo que le permite aceptar exenciones ilimitadas de patrocinadores hasta el final de la temporada. Si decamarse o no a tiempo completo para los EE. UU. Es una decisión importante con la que continúa luchando. Le encantan las luces brillantes del Tour, y los cursos se adaptan a su estilo de bomba y gubia. El cálido abrazo de las galerías le deja la tristeza de estar lejos de su familia. "Los fanáticos de EE. UU. Me dan un poco más", dice. "En el European Tour, los fanáticos apoyan más a los muchachos locales. A los fanáticos de EE. UU. Les gusta decir mi nombre y parecen entender mi personalidad".

Incluso mientras observa propiedades en Orlando, planea comprar un par de casas vecinas en su vecindario de Bangkok y construir un complejo más grande para su familia. Por supuesto, tiene motivos ocultos: "Necesito espacio para más autos".

Cuando Barn Rat sale a dar un paseo, siempre lleva dinero extra, si lo detienen por exceso de velocidad y necesita pagar en el lugar lo que su amigo Scott Hend llama "una tarifa administrativa" para evitar recibir un boleto. A Aphibarnrat le gusta conducir rápido porque lo obliga a concentrarse en nada más que el camino, y él a menudo navega durante horas a la vez cuando necesita aclarar su mente. De vuelta en el Lamborghini, hubo un momento en que nos detuvimos en una señal de alto, mientras la Rata Gris intentaba decidir si ir a la izquierda oa la derecha. Finalmente él despegó. Pregunté hacia dónde íbamos, y con una sonrisa lobuna dijo: "No sé, pero vamos a llegar rápido".